Se terminó la Interminable II

Tenía que escribir algo al respecto, porque Eve obvió muchas cosas, debido a que estuvo la mayor parte de la tarde inconsciente.

Era viernes de Mundial y nos habíamos propuesto aprovechando el fútbol y la reunión de gente, comer nuestra Unfinishable, que nos quedó pendiente, y eliminar ese sentimiento de frustación que nos venía carcomiendo por dentro desde hacía semanas.

Pero bueno, sufrimos algunas ausencias de dos Hébridas, Cecilia y Sofía, que se sintieron mucho...sobre todo a la hora de pagar la pizza.

Después de computación nos fuimos todos juntos. Ah no, Toño se fue sin nosotras (no te guardamos rencor Toño)

Ya en la casa de Toño, nos dimos cuenta de que no estábamos solos, algunos chicos también habían ido. Claro, siendo la relación interpersonal del yo y el tú tan importante, y teniendo en cuenta que yo soy el producto de todos, no sentamos a departir con ellos. Nos acomodamos y empezamos a ver Ecuador-Polonia.

Todos ahí simpatizaban con Polonia, entonces yo quería que gane Ecuador (siempre me voy por el desvalido) y ganó (siempre tengo razón)
Luego nos acomodamos mejor (piernas arriba...de Daniel. Fue Lucía, ay Lucía). Pero la que mejor la hizo fue Eve, que quedó dormida, y al grito del primer gol, se colgó de la lámpara. Y luego para asegurarse de que no la molestemos más se echó en el sillón.

Seguía transcurriendo el tiempo y el partido, con los comentario de los chicos, siempre graciosos, aunque bordeaban lo racista eh?
Y Lucía lo remató con su frase célebre, que aquí perderá sentido, pero con la mímica cobra todo un significado especial: "Los ecuatorianos son grandotes y negrotes"
(Decirlo como si estuvieras agarrando una manzana con una mano, y después otra con la otra mano)

Los chicos decidieron ir a jugar fútbol afuera, y bueno...Chon tuvo un pequeño accidente, cuando sufrió un cabezazo de parte de Francisco, justo en el ojo y cito:
"Mieee...lo que todavía no entiendo es cómo te pilló el ojo"

Evelin quería comer la pizza a las 3, porque se suponía que tenía que llegar a su casa a las 4. Pero todos estábamos muy llenos porque acabábamos de almorzar, y además ella se durmió y no queríamos interrumpir su sueño. Un poco antes de que acabe el partido ordenamos la pizza. Chon, Topito, Francisco y Daniel, uno a uno se fueron echando pa' atrás. De los diez que me quedaban, de los diez que me quedaban, uno se cayó en la nieve ahora quedan solo nueve, nueve, nueve, nueve, nueve...y así sucesivamente.

And then...there were 7.

Loayza, Toño, Alejandro, Gretta, Lucía, Evelin y yo. Y Chon que estaba de espectador porque no podía comer.

Luego de hacer unos cálculos matemáticos

128/32=4

[32-(6x2)]/5=4


Nos repartimos de a 4 pedazos por persona. Excepto Alejandro y Toño que tenían derecho a dos pedazos más cada uno, porque así lo habíamos decidido...además que así lo pagamos, 4 pesos por pedazo.

De repente llegó la pizza, y como diría Ceci...wii. Era todo lo que habíamos soñado.

Comíamos por rondas, sobretodo para tener un control de quien comía cuánto. Mientras tanto íbamo charlando, lo único que me acuerdo fue que hablamos sobre el viaje a Bariloche. Ah, y Salinas me quitaba la servilleta a cada rato. Esto porque Toño las monopolizaba.

Lucía, Gretta y Loayza terminaron todo, frente a los ojos de Chon que veía con gran atención puesto que estaba reclutando gente para hacer una pizzada interminable entre 4. A los que no acabamos nos dijo que no éramos dignos.
Todos quedamos llenos como Toño

No dejaron nada...ni pa remedio. Aunque en realidad sí, pero lo que sobró cada uno se lo llevó.

Nos echamos un rato en el puff para hacer la digestión y de ahí cada uno pa' su casita.